Cupressus sempervirens forma horizontalis
Cupresácea
Mediterráneo, sur de Europa y oeste de Asia.
Cultivada como ornamental. En el país se han difundido dos variedades, el ciprés horizontal con ramas laterales cortas y copa angostamente piramidal y el ciprés de copa columnar con ramas erectas, muy próximas al tronco.
Gimnosperma. Especie monoica, es decir, las estructuras masculinas y femeninas se desarrollan en el mismo individuo. Copa cónica en la variedad piramidal y columnar erecta en la variedad stricta.
Hasta 25-30 m de altura.
Recto.
Cortas, angulosas, a veces horizontales.
Castaño grisáceo a gris, delgada y con grietas longitudinales.
Pequeñas, escamiformes (es decir, con forma de escamas), opuestas, imbricadas, triangulares, de color verde oscuro, rígidas, con glándulas resinosas y de 1 mm de longitud.
En número de 8 a 20 por escama, castaño rojizas, aladas.
Conos femeninos leñosos, ovoides a elipsoides, de 2,5-4 cm de largo, con 8-14 escamas peltadas con una apófisis dorsal, de color verdoso cuando inmaduros pasando a castaño grisáceo a la madurez.
Por el viento (dispersión anemócora).
Los conos femeninos inmaduros aparecen en primavera y la maduración ocurre en el segundo año de la formación. Especie perennifolia, es decir, todo el año presenta hojas.
Se utiliza como forestal, para cortinas rompevientos y cercos vivos y como ornamental en parques y plazas. Es una especie rústica, no tolera los suelos excesivamente húmedos y prospera en los calizos, es resistente a la sequía y al frio. Resiste bien las podas. De crecimiento medio a rápido.
No. Dado su porte fisonómico no es una especie apta para vereda. Se dificulta el manejo y las intervenciones.
De las hojas se extrae el aceite de ciprés. En el Parque Alsina de General Pico hay 6 ejemplares de ciprés con copa piramidal.